22 agosto 2008

"Anteojos para tachantes" (Conferencia de Juan Félix Sánchez Sancho)

El pasado viernes, 1 de agosto, tuvo lugar en la sala local de Caja Duero la conferencia "Ventura Lirios, un pintor italiano en Béjar (1711 -1732)", impartida por el investigador y documentalista Juan Félix Sánchez Sancho. Con ella continúa el ciclo de actividades organizadas por el Grupo Cultural San Gil para conmemorar el 20º aniversario de su fundación.

El acto se presentaba como preámbulo de la exposición "Delirios, Venturas y Desventuras. La villa de Béjar desde el siglo XVIII", que se inaugurará el próximo 16 de agosto a las 19 horas en el mismo lugar, y cuyo contenido se centra en el cuadro Vista de Béjar, que el duque D. Juan Manuel II encargara al pintor en 1726.

El contenido de la misma versó sobre la personalidad y actividades de este pintor. Allí pudimos conocer detalles de su quehacer artístico en Italia -país donde había nacido hacia 1688-, en Madrid y en la villa bejarana, donde trabajó desde 1711 a 1732, año en que murió en la ciudad de Zamora.

Entre los numerosos datos que se aportaron destacamos la abundante correspondencia intercambiada entre el duque y el pintor con respecto a los distintos encargos que aquel le hiciera a lo largo de esos años. En las cartas se manifiesta un fino sentido del humor por parte del artista, quien debía negociar duro con el mecenas sobre condiciones de trabajo, precios, plazos de ejecución, etc. También pudimos contemplar reproducciones de obras de Lirios (o que se le podrían atribuir en base a la documentación existente) que se conservan en algunas parroquias bejaranas.

Pero el aspecto más interesante de la conferencia fue el anticipo de diversos detalles del cuadro citado, la primera imagen que se conoce de la ciudad de Béjar y de su entorno. Desde que don Emilio Muñoz le "descubriera" en la Exposición Iberoamericana de Sevilla en 1929, numerosas reproducciones del mismo adornan los muros de viviendas o establecimientos públicos bejaranos, incluida una copia en blanco y negro de gran tamaño que cuelga en el IES Ramón Olleros Gregorio de la localidad. La reciente limpieza y restauración que se ha llevado a cabo ha permitido a Juan Félix y a Pepe Muñoz obtener unas imágenes magníficas del mismo, en las que aparece la fisonomía de la ciudad en aquel momento con una nitidez y un colorido extraordinario, en el que destaca el azul ultramar, motivo de tiras y aflojas entre Lirios y el duque por el alto precio del colorante. Imágenes que se podrán contemplar ampliamente durante la segunda quincena de agosto, en la exposición arriba mencionada, y que, además, irán acompañadas de fotografías recientes e información complementaria relativa a los diversos monumentos que Ventura Lirios reflejara en el cuadro.

Para terminar esta pequeña crónica, quiero reseñar otra ironía del pintor, que dio origen, en su momento, a ciertas dudas y especulaciones sobre la autoría del cuadro entre varios profesores del Instituto (José Luis Majada, Antonio G. Turrión, Pepe Muñoz). La obra incluye junto a muchos monumentos una serie de números que luego se identifican en la correspondiente leyenda. Pues bien, junto al número 52, figuran unas palabras difíciles de leer al completo por el estado de limpieza que presentaban y que plantearon a los profesores la posibilidad de que correspondieran a la firma del autor: un tal Antonio Varatachantes, desconocido hasta el momento, ¿quizás un copista, algún discípulo? La divertida solución la encontraron el otoño pasado en Sevilla Pepe y Juan Félix, al ver el cuadro limpio y restaurado. El texto se refería al hombre que cruza el puente de San Albín portando una especie de mochila llena de... anteojos, y reza: "52 ANTEOJOS PARA TACHANTES". ¡Lirios se burlaba así de sus colegas de la corte y de otros críticos, que le "tachaban" de ser un pintor mediocre!

Lola González Canalejo
Béjar, agosto de 2008